¿Deportista, fanática o una manera de vivir?

¿Deportista, fanática o una manera de vivir?

El deporte es algo que hago desde pequeña y no lo puedo dejar. Siempre ha sido parte de mi vida. Un pilar fundamental, y parte de mi rutina.

Es lo que me obliga a levantarme temprano en las mañanas, y acostarme temprano en las noches. A ser ordenada en la vida, responsable, a superarme cada día, y a enfrentar los fracasos como una oportunidad para crecer. Ser humilde y a la vez ambiciosa. Aunque suene difícil de creer, el deporte es lo que muchas veces le da estructura a mi vida, mi motivación y mi válvula de escape. Me pueden llamar fanática, pero para mí el deporte es mi forma de ser. 

Realizo deporte desde muy pequeña, principalmente gracias a mis padres que me llevaron a hacer deporte. Ellos tienen la convicción que los niños y niñas deben hacer alguna actividad extraprogramática además de ir al colegio. Consideran que el deporte es una actividad fundamental para la vida y para el desarrollo de los niños.

Recuerdo una frase que me dijo mi mamá cuando pequeña, “puedes hacer lo que tú quieras, cualquier actividad extraprogramática; bailar, pintar, cantar, jugar ajedrez, hacer deporte… lo que tú elijas, algo más que solo ir al colegio y volver a la casa, pero tiene que ser regular y constante”. Y escogí el deporte.

De niña pasé por prácticamente todos los deportes y a los 12 años conocí la natación. Un deporte que me enganchó, y no precisamente por la actividad misma, sino por el grupo de amigos que conocí en ese momento. Lo pasábamos muy bien, no solo entrenábamos, también, jugábamos, reíamos, nos acompañábamos. Ahí conocí un grupo de amigos que me marcó en la vida, y descubrí que a través del deporte uno conoce a grandes personas.
Con el paso del tiempo fui creciendo y constantemente progresando en mi entrenamiento. Fue en este momento cuando comenzaron las competencias y sin darme cuenta cuándo o cómo sucedió, era parte de la selección juvenil de natación. Este acontecimiento me hizo darme cuenta que era buena nadadora, algo que en verdad no supe, hasta que lo logré. Lo disfrutaba y me gustaba. 

Te das cuenta que te pusiste metas y que fuiste capaz de alcanzarlas, que pudiste llegar más allá de lo que habías pensado. Es ahí, cuando te pica el bichito y quieres saber cuánto más allá puedes llegar, te pones ambiciosa. ¿Cuánto más puedo mejorar mis marcas o mis tiempos?, ¿A qué competencias internacionales podría clasificar?.

Para alcanzar esas metas y marcas cada vez más desafiantes, se necesita trabajar duro y ser constante. Sacrificar algunas cosas para poder obtener otras. Tienes que sacrificar tiempos, amistades, familia, a veces horas de sueño y de entretención. Aprenderás a compatibilizar estudio, trabajo y entrenamientos y a sacar el máximo provecho de tus tiempos “libres”. 
Por mi parte, Tuve que perderme fiestas con mis amigos, juntas, faltar a cumpleaños familiares, pasar vacaciones entrenando, y así con un sinfín de cosas más.  
Lo más difícil de aceptar o dejar de lado, no son las cosas que dejas de hacer, es mas bien, la falta de empatía de algunas personas con las que te relaciona. Gente que no entiende que esto no es solo una actividad más para ti, es tu pasión y tu manera de vivir. A veces es duro tener que alejarte de la gente que quieres por seguir tus sueños y más aun cuando las personas creen que es solo fanatismo y no entienden que es parte de lo que da significado a tu vida. Soy deportista.
En chile cuesta mucho hacer deporte, y no es solo el apoyo económico, lo que más falta es el apoyo social. El deportista aun es visto un "ente extraño", fanático, loco u obsesionado. Cuando dices que te levantas 6.00 am todos los días para ir a entrenar, o que el fin de semana en vez de descansar o salir prefieres pasarlo en una competencia “perdiendo todo el día”, la gente te pregunta ¿"Y para qué"?.

Esta es una de las preguntas que más me cuesta responder a pesar de tenerlo super claro siempre me demoro en responder, pero la respuesta es simple: ¡Porque me hace feliz!

La natación, o el deporte en general, no es solo la actividad deportiva, es mucho más, es salud mental y física. Es lo que me llena de energía en las mañanas y es lo que me despeja la cabeza de la rutina en las tardes, me ayuda a enfrentar mejor los problemas, a mirar las cosas desde otra perspectiva.
Cuando te enfrentas a un nuevo obstáculo que crees no vas a poder superar, te das cuenta de que has nadado en aguas mucho más turbulentas, has logrado sobrepasar metas que para muchos parecían imposibles, pero tú, con trabajo constante lo has logrado. Esto te da la seguridad para seguir adelante y esforzarte al máximo para continuar desafíandote.

El deporte te enseña que no hay metas imposibles, solo trabajo duro y constante, que no hay que bajar los brazos al primer fracaso, todo lo contrario, hay que empujar más fuerte y con más ganas, y “seguir para adelante”.

 Daniella Bozzo ¿Deportista, fanática o una manera de vivir?

La natación además de ser mi motivación diaria también es mi circulo social y red de apoyo. He conocido a grades personas que hoy son muy importantes para mí. Gracias al deporte, tengo grandes amigos con los que disfrutamos compartir nuestra pasión y locura. Con amigos y gente que te apoya, todo lo que enfrentas día a día es más fácil y mucho más entretenido.

Si hoy en día nuevamente me preguntaran qué actividad extraprogramática me gustaría hacer, teniendo todas las alternativas, sin dudarlo volvería a escoger el deporte, mi pasión. 

Daniella Bozzo M.
Nadadora, Ciclista y Triatleta en proceso