Cómo el propósito puede cambiar el “tengo que”, por “quiero”
Las empresas y organizaciones, en su constante necesidad de adaptarse y reinventarse, han comenzado a mirar dentro de sí.
Mejorar las ventas no es el único objetivo; hoy además es importante mejorar la experiencia del cliente, y mejor aún, el de su activo más preciado: los colaboradores.
Los altos niveles de estrés traducidos en diferentes problemas de salud mental que las personas están experimentando (y que se agudizaron por la pandemia), más la situación económica, social y política (sin considerar la propia realidad de cada quien) ha repercutido en la performance de cada uno en sus trabajos
Es por esto que cada día son más las empresas y organizaciones que buscan transformar e implementar un MODELO DE PROPÓSITO dentro de la organización.
Y no, no nos referimos al propósito misión o visión de la empresa propiamente tal.
Nos referimos a la motivación intrínseca de cada individuo y desde ahí construir en conjunto.
El propósito, un pilar de la felicidad
Vivir con propósito, genera en nuestro interior la sensación de autonomía y competencia. Te entrega inspiración y te permite trazar una ruta con las mejores decisiones que te lleven a cumplir un objetivo.
Una persona con propósito es benevolente, se comporta de forma solidaria, honesta y justa con otras personas.
Si esa motivación intrínseca entregada por el propósito de cada ser la pudiéramos trasladar al lugar de trabajo, estaríamos frente a un colaborador que estaría más por el “yo quiero”, que por el “tengo que”:
Quiero sentir que he contribuido en algo positivo. Quiero sentir que he ayudado a un colega. Quiero sentirme satisfecho por el esfuerzo realizado. Quiero aprender cosas nuevas
Beneficios de la felicidad en las Organizaciones.
¿Existe una correlación entre la felicidad de las personas y su desempeño en el trabajo?
Sí. La correlación entre la felicidad de la vida privada con el trabajo se aproxima a un 70%.
Estudios sobre la felicidad y bienestar de los individuos indican que las personas felices son un 31% más productivas en su trabajo, disminuyen las inasistencias en un 66% y retienen un 44% más de talento, solo por mencionar algunas cifras.
Hoy, las empresas deben considerar que NO basta con la proactividad, capacidad organizativa ni el currículum más completo de sus equipos. Los nuevos tiempos exigen que las organizaciones (privadas, públicas, etc) consideren aspectos valóricos que las personas puedan poner a diario al servicio de otros, y como consecuencia, de la organización.