No quiero agradecer, quiero llorar

No quiero agradecer, quiero llorar

Pandemia, convención constituyente, elecciones varias, problemas de salud mental, virtualidad, vacunación, problemas sociales y económicos, entre muchas otras cosas. Es que si miramos para atrás, cuesta pensar que tantas cosas ocurrieron en tan sólo un año. 2021 te recordaremos con un trago dulce y agraz, primero por todas las dificultades que nos enfrentamos como sociedad, como familia, en el trabajo e incluso con nuestras amistades. La verdad es que argumentos para llorar y evocar la pena en nuestras sensaciones de este año, nos sobran.  ¿Y qué nos queda de dulce entonces? Cada quien podrá hacer sus propias reflexiones, sin embargo, me gustaría proponer algunas cosas positivas para ver el vaso medio lleno o, más bien, como me dijo alguna vez una admirable profesora, el vaso lleno - mitad agua, mitad aire -. 


Un buen comienzo podría ser la revaloración de nuestras relaciones, nuestros vínculos. Estando en cuarentenas, nos dimos cuenta lo importante de un abrazo de nuestros familiares cercanos, amigos íntimos, entre muchos otros. Organizamos las más diversas actividades vía zoom u otra plataforma para vernos y estar lo más cerca posible, aunque sea a través de una pantalla. Se dice siempre que valoramos las cosas cuando las perdemos, y sin duda, las relaciones fue una de ellas. ¿Quién fue la persona que más extrañaste? Quizá sería un lindo gesto manifestarle tu cariño y reconocimiento de alguna forma antes de que este año termine. 


No muy lejos de este tema, queda esa profunda reflexión que muchos vivimos sobre nuestras vidas. ¿Esto es lo que realmente quiero para mi vida? Mi trabajo actual, las cosas que me esfuerzo por tener, el viaje que tanto deseo y muchas otras. Tengo la sensación que tuvimos un gran avance en valorar lo simple en medio de una sociedad basada en el consumo. Cocinar algo rico en casa por ejemplo, se veía cómo las recetas iban y recetas venían. Nos convertimos en grandiosos chefs durante algunos meses y subíamos nuestros platos en las redes sociales. Con mi mujer, recuerdo que sacamos fotos todos los días durante más de un mes cuando almorzábamos, para recordar esos momentos. Y me pregunto, ¿Qué hiciste durante las cuarentenas que quisieras recordar? 


Otra reflexión que surgió con fuerza desde mi perspectiva, es la sensación de vacío o búsqueda de propósito en muchas personas. Es saber hacia dónde va mi vida, cuáles son mis sueños y anhelos más deseados, ese sentido de dirección. Y el sólo hecho de ser consciente de ello, es algo por lo cual agradecer. Vivimos nuestro día a día en automático y no nos damos cuenta cómo pasa la vida,  así el próposito nos transforma en personas apasionadas y con un sentido de vida más claro. Podría seguir con la lista pero prefiero dejarte la tarea para completar tu propia lista. Así es que "No quiero agradecer, quiero llorar de emoción..." por todo lo bueno que nos trajiste 2021. ¡GRACIAS!


Roberto Puentes
@rpkamel