Optimismo Realista: Aprendamos a ver el vaso en su totalidad

Optimismo Realista: Aprendamos a ver el vaso en su totalidad

Te has preguntado alguna vez ¿Qué clase de optimista quieres ser? ¿El que ve el vaso medio vacío, el que ve el vaso medio lleno o el que ve un gran vaso?

Cuando se habla de optimismo, algunas personas lo asocian con un optimismo idealizado, donde siempre se debiera ver lo positivo, hasta en los peores escenarios. Sin embargo, está forma de optimismo idealizado es riesgosa, ya que no solo se aleja de la realidad sino que además nos expone a peligros, transformándose en algo nocivo para nuestro bienestar. Por ejemplo, si pienso que todo siempre saldrá bien en cualquier contexto y sin ninguna preparación adecuada,  puede pasar que me exponga a andar en lugares de alto riesgo despreocupadamente y eso traducirse en consecuencias negativas. En un contexto más actual si no uso la mascarilla porque soy optimista y creo que superaremos el covid-19 o bien confío en que mi sistema inmune y las vacunas me ayudaran a protegerme,  corro el riesgo de exponerme a un posible contagio. 

Debido a lo anterior es que la psicología positiva promueve el concepto de optimismo realista, que debe comprenderse desde los contextos en los cuales vivimos.  ¿Qué implica esto?  Tener una visión positiva de las cosas aun cuando estas sean complejas, eso es lo que le da el carácter realista. Se asume la realidad por más dolorosa que esta sea, con la esperanza de que las cosas pueden mejorar y que hay acciones intencionadas que podemos realizar para sentirnos mejor. Tiene relación con el concepto de aceptación, es decir, mientras más me peleo con la realidad y con lo que en ella ocurre más me cuesta lidiar con lo que pasa, a diferencia de cuando acepto lo que ocurre aun cuando esto sea algo negativo, esto me permite centrarme en aquello que sí puedo hacer para manejarlo. Un buen ejemplo es cuando está lloviendo y esto se transforma en algo molesto o simplemente no nos gusta. El clima es algo que no podemos controlar por lo que por más que nos quejemos la lluvia permanecerá. Mientras que si aceptamos que está lloviendo, eso da pie a que nos centramos en cosas que sí podemos hacer para manejar esa incomodidad, por ejemplo: abrigarse, llevar paraguas, usar el auto, etc.

¿Cómo trabajar el optimismo realista?
Existen diversas formas de trabajar el optimismo realista: A nivel cognitivo: modificando aquellas creencias distorsionadas, a nivel emocional: dando espacios a emociones placenteras y trabajando las proyecciones a futuro. 

En los próximos días intenten trabajar el optimismo, visualizando y proyectando un futuro desde la esperanza y el bienestar. La vida es diferente si piensan que el futuro les traerá cosas buenas.

¿Cómo hacerlo?
En un lugar tranquilo y privado, toma un lápiz y un papel y escribe lo que se te venga a la cabeza al leer esta consigna: “Has sido asignad@ para pensar en tu mejor yo posible ahora y durante las próximas semanas. Esto quiere decir que te imagines a ti en el futuro, suponiendo que haya resultado todo lo mejor posible. Te has esforzado mucho y has alcanzado todo lo que te proponías, has realizado tus sueños y has desarrollado tus potencialidades”.  Continúa haciéndolo por algunas semanas y anda reportando tus niveles de bienestar desde que empezaste hasta que terminaste semanas después. 

Vanessa Evans 
@vaneevans